Seguir una dieta equilibrada, pobre en carne roja, grasas y azúcares refinados no debería ser sólo una recomendación para enfermos del corazón. Una amplia investigación estadounidense ha comprobado que el consejo debería extenderse a las personas tratadas de cáncer de colon porque el exceso de grasa y la ausencia de fibra vegetal favorece la aparición de un segundo tumor.
Se sospechaba que una mala nutrición, rica en carne roja, incrementaba la posibilidad de sufrir un cáncer de colon. El nuevo estudio, publicada en la revista de la sociedad médica americana, confirma ahora que también favorece la recurrencia de la enfermedad. Para llegar a esta conclusión, médicos del Instituto del Cáncer Dana-Farber en Boston siguieron a un grupo de 1. 009 pacientes de cáncer de colon en fase III, en los que el cáncer está presente en el colon y en los nódulos linfáticos.
Los pacientes informaban sobre su dieta a través de un cuestionario de frecuencia alimentaria seis meses después de la quimioterapia suplementaria. Los investigadores identificaron dos patrones dietéticos, uno moderado y otro occidental. El patrón moderado se caracterizaba por un consumo elevado de frutas y vegetales, aves y pescado, mientras que en el occidental abundaban la carne, la grasa, los cereales refinados y los postres. Los pacientes fueron seguidos en relación a la posible recurrencia de la enfermedad o la mortalidad. Durante un seguimiento medio de 5, 3 años, 324 pacientes sufrieron una recaída en el cáncer, 223 murieron debido a ella y 28 lo hicieron sin que se registrara la recurrencia.
Los investigadores concluyeron que el consumo elevado del patrón dietético occidental después del diagnóstico de cáncer estaba asociado con un aumento en el riesgo de recurrencia o mortalidad.
Estudios anteriores habían mostrado que los enfermos que reciben quimioterapia tras la extirpación de un cáncer de colon tenían una mayor supervivencia.
| Este es el primer estudio que analiza la influencia de la dieta en este tipo de pacientes. |
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