Hernia Discal

Hernia Discal

Para los pocos pacientes cuyos síntomas persisten a pesar de las intervenciones antes mencionadas, la cirugía puede ser una buena opción para controlar el dolor.

SÍNTOMAS DE HERNIA DISCAL LUMBAR:

- Dolor en la espalda baja severo
- Dolor que se irradia a los glúteos, las piernas y los pies
- Acentuación del dolor al toser, hacer esfuerzos o reír
- Hormigueo o entumecimiento en las piernas o los pies
- Debilidad muscular o atrofia en estados avanzados
- Espasmo muscular


SÍNTOMAS DE HERNIA DISCAL CERVICAL:

- Dolor cervical, especialmente en la parte posterior o lateral
- Dolor profundo cerca o sobre omóplatos del lado afectado
- Dolor que se irradia al hombro, parte superior del brazo, antebrazo y en ocasiones a la mano, los dedos o el tórax
- Empeoramiento del dolor al toser, hacer esfuerzos o reír
- Incremento del dolor al doblar el cuello o girar la cabeza hacia un lado
- Espasmo de los músculos cervicales
- Debilidad de los músculos del brazo
- Signos y exámenes Volver al comienzo


Un examen físico y los antecedentes de dolor pueden ser suficientes para diagnosticar este trastorno. El médico practicará un examen neurológico para evaluar los reflejos musculares, la sensibilidad y la fuerza muscular. A menudo, el examen de la columna vertebral revela una disminución en la curvatura de la columna en el área afectada.

La prueba de levantar la pierna extendida que revela dolor en la pierna es diagnóstico de un disco lumbar herniado.

La "prueba de compresión del agujero de Spurling" se lleva a cabo para diagnosticar la radiculopatía cervical. Esta prueba se realiza doblando la cabeza hacia adelante y hacia los lados mientras se aplica presión hacia abajo sobre la parte superior de la cabeza. Por lo general, el aumento del dolor o del entumecimiento es indicativo de radiculopatía cervical.

EXÁMENES DIAGNÓSTICOS:

Se puede tomar una radiografía de columna vertebral para descartar otras causas de dolor cervical o de espalda. Sin embargo, es imposible diagnosticar un disco herniado por medio de una radiografía aislada de la columna vertebral.
Una IRM de columna vertebral y/o una TC de columna vertebral revelarán la compresión del canal medular por parte del disco herniado.
Se puede realizar un mielograma para determinar el tamaño y la localización de la hernia discal.
Se puede tomar una EMG para evidenciar exactamente cuál es la raíz nerviosa comprometida.
También se puede practicar un examen de velocidad de conducción nerviosa.
Tratamiento Volver al comienzo

El principal tratamiento para el disco herniado es un período inicial de reposo con analgésicos y antiinflamatorios seguidos de fisioterapia. Bajo este régimen, más del 95% de las personas se recuperan y vuelven a sus actividades normales. Un pequeño porcentaje de personas sí necesitan continuidad y un tratamiento adicional que puede incluir inyecciones de esteroides o cirugía.

MEDICAMENTOS:

Para personas con una hernia de disco aguda, causada por algún tipo de trauma (como un accidente automovilístico o por levantar una carga muy pesada) seguido inmediatamente de dolor severo en la espalda y la pierna, se les prescriben analgésicos narcóticos y medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINES).

Si también se presenta un elemento de espasmo en la espalda, usualmente se administran medicamentos antiespasmódicos también denominados relajantes musculares. En raras ocasiones se pueden administrar esteroides ya sea en píldora o directamente en el torrente con una línea intravenosa (IV).

El control del dolor a largo plazo por lo general se limita a la administración de AINES, pero ocasionalmente también se utilizan narcóticos (si el dolor no responde a los AINES).

A las personas a quienes el dolor les impide realizar la terapia física, las inyecciones de esteroides al interior de la espalda, en el área de la herniación, pueden ser muy útiles para controlar el dolor durante varios meses. Esto permite que se inicie un programa terapéutico vigoroso, el cual regularmente controla el dolor a largo plazo.

MODIFICACIONES DEL ESTILO DE VIDA:

Cualquier tipo de sobrepeso que una persona lleve, especialmente en la parte superior frontal del abdomen, empeora cualquier síndrome de dolor de espalda. Un programa que involucre ejercicio y dieta es crucial para mejorar el dolor de espalda en pacientes con sobrepeso.

La fisioterapia es otro tratamiento crucial para casi todas las personas con enfermedad del disco lumbar. Los terapeutas brindan asesorías sobre cómo levantar objetos adecuadamente, caminar, vestirse y desempeñar otras actividades.

Estos profesionales también trabajan con el fortalecimiento de los músculos del abdomen y la parte baja de la espalda para ayudar a sostener la columna. La flexibilidad de la columna y de las piernas es el tercer aspecto de la mayoría de los programas terapéuticos.

Algunos practicantes recomiendan el uso de abrazaderas para la espalda para ayudar a sostener la columna. Sin embargo, cuando se abusa de estos dispositivos se pueden debilitar los músculos abdominales y de la espalda, ocasionando un empeoramiento del problema. Las correas especiales para levantar pesas pueden ser útiles para prevenir lesiones en aquellas personas cuyo trabajo involucra levantar objetos pesados.

Un collar cervical suave puede prescribirse para las personas con radiculopatía cervical. Este dispositivo ayuda a reducir el dolor y los espasmos musculares limitando los movimientos del cuello. En personas con dolor severo y espasmos musculares, ocasionalmente puede necesitarse un collar rígido en el cuello para eliminar la carga de peso en la columna cervical.

CIRUGÍA:

Para los pocos pacientes cuyos síntomas persisten a pesar de las intervenciones antes mencionadas, la cirugía puede ser una buena opción para controlar el dolor.

La disquectomía se realiza bajo anestesia general para retirar un disco protruyente. La hospitalización es por corto tiempo, más o menos de 2 a 3 días. Al paciente se lo motiva para que camine el primer día después de la cirugía para reducir el riesgo de coágulos de sangre.

La recuperación total toma varias semanas. En caso de que sea necesario extraer más de un disco o si existen otros problemas en la espalda además del disco herniado, puede ser necesaria una cirugía más extensa, lo cual podría requerir un período de recuperación mucho más prolongado.

Otras opciones quirúrgicas incluyen la micro disquectomía, un procedimiento para retirar fragmentos de disco nucleado a través de una incisión muy pequeña con guía de rayos X y la quimionucleosis.

La quimionucleosis involucra la inyección de una enzima (denominada quimopapaina) dentro del disco herniado para disolver la sustancia gelatinosa protruyente. Este procedimiento puede ser una alternativa a la disquectomía en ciertas situaciones.


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