Las células de la piel suelen regenerarse hasta un cierto tiempo de la vida; sin embargo conforme pasen los años la renovación de las células se transforma en un proceso más lento, por lo tanto se puede afirmar que este proceso es la génesis de la ancianidad., el cual se demuestra en las líneas de expresión y en las detestadas arrugas.
Ante esta irreversible situación es necesario utilizar productos que puedan eliminar las denominadas células viejas y acelerar la producción de nuevas células. Uno de los componentes que ayudan este proceso son los ácidos frutales o también conocidos como alfahiroxiácidos, nuevo elemento empleando en la constitución química de productos cosméticos que permite la casi cabal renovación de las células de la epidermis, evitando la aparición de arrugas.
Los ácidos frutales o alfahidroxiácidos se encuentran en frutas y verduras. Especialmente se hallan en los siguientes compuestos:
Tártaricos: este componente se encuentra en las uvas y tiende a eliminar las manchas producidas por los rayos solares.
Lácticos: se hallan presente en las moras y en la planta llamada malta, este componente permite renovar las células.
Cítrico: el limón, la naranja, guayaba, son frutas que esclarecen las pecas y otro tipo de manchas.
Glicólico: se encuentran presente en los zumos de piña, caña de azúcar, uva, sirve para evitar las líneas de expresión y controla la acumulación en las capas superficiales de la piel denominado acné. Asimismo, ayuda a la renovación celular.
Málico: se encuentra en las manzanas verdes ayuda a combatir las manchas provocadas por el sol en el verano.
Mandélico: se halla en las almendras y se utiliza para regular el ph de la piel, más conocido como ácido,. Se utiliza para corregir el acné, ya que es considerado un buen antiséptico.
Salícilico: Surge del árbol sauco, desinflama y desinfecta, controla la secreción de grasa de la piel.
En general el principal aporte de los alfahidroxiácidos, es que son un gran hidratante de la piel, pues fijan las moléculas de agua de en la capa superficial de la piel. La hidratación evita la resequedad, es decir remueve las células muertas.
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