La arcilla o fango se emplea en diversos aspectos que conciernen a la belleza femenina, ya que renueva y rejuvenece la piel. En la actualidad, la industria cosmética emplea la arcilla o fangoterapia mezclándolo con otros ingredientes como hierbas, algas.
Este tratamiento permite mejorar la estructura celular de la piel; sin embargo, tiene otras propiedades tales como mejorar la circulación sanguínea, fortalece los nervios, regenera la epidermis. Limpia y tonifica la piel, dejándola libre de impurezas.
Limpia el cutis del resto del maquillaje, así como, algunos elementos nocivos para la dermis que se alojan en las capas inferiores. La industria cosmética se ha preocupado por elaborar diversos productos a base del fango. Sin embargo, en casa se pueden preparar mascarillas, cremas, sin gastar el elevado costo.
Las mascarillas de arcillas actúan en todos los tipos de pieles; sin embargo, sobre los cutis grasos los resultados se aprecian de inmediato, ya que el fango tiene una capacidad de absorción. En cuanto a las pieles sensibles o secas, se va a percibir en primera instancia una la presencia de una leve resequedad. Sin embargo, con uso constante la piel adquiere los nutrientes y los oligomentos necesarios y mejora su aspecto.
Se recomienda utilizar la mascarilla cada quince días por lo menos o una vez al mes. En caso que se tenga un compromiso, como una fiesta se puede aplicar la mascarilla sin problema. En caso de la pieles grasas se recomienda hacer mascarillas por lo menos una vez por semana.
Para realizar la mascarilla se recomienda llenar un tazón con medio litro de agua, luego dependiendo de la consistencia que se quiera tener serán por lo menos dos tazas de arcilla. Cabe señalar que se puede utilizar otros ingredientes líquidos en lugar del agua, tales como zumo de pepino, infusión de vainilla, zumo de zanahorias, miel de abejas, entre otros ingredientes, se procede a mezclar y luego aplicar sobre el rostro limpio. Dejar secar por unos quince minutos, luego retirar con agua.
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