El mobbing siempre ha existido en el lugar de trabajo, pero su nombre es reciente. Puede adoptar diversas formas, que van desde la negativa a las amenazas, a través de las encerronas, o de las condiciones de trabajo degradantes.
Puede adoptar diversas formas:
- Rechazo de cualquier comunicación
- La falta de directrices o instrucciones contradictorias
- La privación de trabajo o trabajo adicional
- Tareas que carecen de sentido o trabajos de más
- Encerronas, condiciones de trabajo degradantes
- Las críticas incesante y repetitivas con sarcasmo
- La intimidación, la humillación
- Calumnias, insultos, amenazas...
La falta de apoyo o de reconocimiento por parte de los jefes o de los colegas, es uno de los factores agravantes de los efectos del acoso psicológico en el trabajo.
Diversos estudios demuestran que esas prácticas se han intensificado en los últimos años. La situación del empleo impide a la víctima escapar de su problemática hacia otra búsqueda de mejora laboral. La debilidad de las estructuras de defensa colectiva y las presiones que contribuyen a la productividad aumenta el problema. Las consecuencias para los trabajadores que son víctimas de trastornos psicosomáticos, como la depresión, pueden incluir suicidio.
Tomado de forma aislada, estos actos pueden parecer triviales. Pero su repetición diaria pueden afectar gravemente a la persona y tener un impacto significativo en su salud, física y psicológica. Puede ser visto como una forma de violencia en el interior de la empresa. Pero no todos los comportamientos agresivos, todos los conflictos, todas las presiones no están cubiertos por el acoso.
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