No más pelos encarnados y áreas imposibles
de limpiar. Aquí te damos buenos datos para que tus
piernas luzcan como siempre soñaste.
No hay nada más frustrante que pasarte horas en
la peluquería para terminar con la piel irritada,
pelos rebeldes y llena de puntitos y restos de cera. Pero
peor aún es andar llena de vellos y no arrancarlos,
por lo que pasamos por la tortura igual.
¿Y si te dijéramos que hay técnicas
para que la piel quede como de guagua después de
la depilación? Seguramente nos agradecerás
por siempre. Pero no todo es tan color de rosa, pues el
proceso siempre será delicado. Como dicen por ahí,
"para ser bella, hay que ver estrellas".
Darse el tiempo
Primero
que todo, no se puede pensar que la depilación es
un mero trámite. Jamás hay que hacerlo a la
rápida. Si quieres que resulte perfecta, debes tomarte
el tiempo necesario y seguir estos consejos:
- Prepara la piel de antemano. Lo ideal es limpiarla y
exfoliarla con un guante de crin. Pero ¡ojo!, no lo
hagas el mismo día de la depilación, sino
que por lo menos un par de días antes, ya que la
piel estará muy sensible.
- Siempre es recomendable tener la piel hidratada, pues
el vello sale más fácil que en una piel escamosa.
- Nunca te depiles el mismo día que tienes destinado
para ir a la playa o a la piscina, pues la piel se puede
irritar y es posible que los poros abiertos se conviertan
en manchas de tono café oscuro.
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