Elegir
las cremas faciales más adecuadas no representa mayor
problema porque los envases o etiquetas de estos productos
señalan en que tipo de cutis deben aplicarse; sin
embargo, distinguir el tipo de piel de cada persona requiere
un poco más de información:
-La piel seca se caracteriza
por tener poros cerrados, carecer de brillo, contener escamas
en algunas zonas y presentar sensación de tirantez
después del aseo.
-Por su parte, la denominada mixta
incluye poros dilatados y brillantez en ciertas regiones,
como la conocida "zona T" (frente, nariz y barba);
el resto del rostro generalmente tiene cutis seco o normal.
-El cutis graso presenta
poros totalmente abiertos, tono rojizo en ciertas zonas,
brillo excesivo y barros y espinillas.
-A su vez, la piel normal
tiene apariencia tersa y ligeros signos de resequedad.
Cabe destacar que los rostros demasiado sensibles también
necesitan humectantes hipoalergénicos y con factor
de protección solar, a fin de bloquear la acción
dañina de la luz del Sol y, en algunos casos, para
evitar el oscurecimiento cutáneo, pues las radiaciones
del "astro rey" estimulan la formación
de melanina.
Asimismo, no sólo la exposición
al Sol reseca al cutis, pues otro tanto podemos decir del
frío: en épocas invernales o en caso de trabajar
en oficinas con aire acondicionado se debe mantener hidratada
la piel, pues la falta de agua ocasiona que la epidermis
pierda su elasticidad y luzca opaca, de modo que pueden
aparecer fisuras, fenómeno conocido comúnmente
como piel partida. Ello no sólo ocasiona molestias,
sino que representa la posibilidad de que hongos, bacterias
o virus se establezcan en el organismo ocasionando infecciones.
Otros factores que también alteran
algunas funciones de la piel son los cambios hormonales
que se presentan en la pubertad y adolescencia, ya que desencadenan
la aparición de acné debido a sobreproducción
de sebo que, junto con la acción de bacterias, origina
obstrucción de los poros. Si bien es poco lo que
puede hacerse para que este problema desaparezca, es posible
mantener higiene adecuada con jabones, cremas y soluciones
especiales que aminoren los síntomas, productos que
se encuentran en diversas presentaciones y con indicaciones
específicas para cada tipo de piel, por ejemplo,
las siguientes:
-Cutis normal. Constituida
por humectantes y emolientes que regulan la humedad de la
piel.
-Cutis seco. Proporciona
hidratación y humectación profunda.
-Cutis graso. Hidratan
y disminuyen la cantidad de secreción sebácea
en epidermis.
-Hipoalergénica.
Tiene la misma apariencia que las comunes, pero sus componentes
neutros no irritan la piel.
-Nutritiva. Conserva
en buen estado al cutis al restituirle aquellas sustancias
de las que se tiene deficiencia.
-Nutritiva con colágeno.
Mantiene el rostro suave, terso, liso y elástico,
factores que retrasan la aparición de arrugas.
-Nutritiva con lisados embrionarios.
Alimenta profundamente a la piel al aumentar el intercambio
respiratorio de tejidos y al favorecer la regeneración
de los mismos.
-Nutritiva con nanósferas.
Sobrecarga al rostro con compuestos activos que se liberan
progresivamente con el fin de responder a sus necesidades
minuto a minuto y durante todo el día.
-Antiarrugas. Humecta
y suaviza la piel, pero contiene elementos adicionales que
tensan sus capas más superficiales, con lo que atenúan
finas arrugas y proporcionan brillo natural al cutis.
-Antiarrugas con líquido
amniótico. Este fluido posee propiedades
regeneradoras y rejuvenecedoras, ya que combate la flaccidez.
-Con filtro solar. Protege
de la acción nociva de los rayos ultravioleta, causantes
de envejecimiento prematuro, manchas y cáncer.
-Con alfahidroxiácidos.
Estimula a las células muertas en la superficie de
la piel y dentro de los poros, de manera que pueden desprenderse
con mayor facilidad, lo que permite lucir cutis con textura
más suave y color uniforme.
-Limpieza. Elimina impurezas
superficiales provenientes del medio ambiente, a la vez
que retira grasa excesiva y humecta.
-Exfoliante. Mejora la
textura de la epidermis al despojarla de células
muertas, puntos negros y espinillas.
-Hidratante. Facilita
la retención de agua en la piel, además de
que la humecta y protege durante todo el día.
-Humectante. Devuelve
a la piel su lozanía, ya que mantiene el nivel de
humedad necesario y forma delgada película que impide
la pérdida de líquido.
-Humectante con colágeno.
Su fina textura y rápida absorción constituye
insustituible aliado en el cuidado diario de la piel, además,
posee doble efecto cosmetológico, ya que humecta,
nutre y permite el maquillado.
-Vitaminada para el día.
Ofrece protección durante 12 horas y tiene acción
emoliente, antioxidante, humectante y preservadora.
-Vitaminada de noche.
Nutre y defiende a la piel de contaminantes, posee propiedades
antioxidantes, hidratantes y regeneradoras.
-Vitaminada y reafirmante.
Devuelve al cutis su elasticidad pérdida, además
de reestructurar tejidos, desmanchar, humectar y nutrir
al rostro.
-Contorno de ojos. Reconstituye
la elasticidad de la piel de esta delicada zona al conservar
los niveles de humedad necesarios para retardar la aparición
de las líneas de expresión.
Hay productos que complementan la benéfica
acción de las cremas, los cuales retiran impurezas,
restos de maquillaje, disminuyen el brillo facial y permiten
que el cutis conserve su lozanía, entre ellos se
encuentran:
-Gel desmaquillante.
Recomendado para piel grasa, deja sensación de frescura
en el rostro.
-Leche desmaquillante.
Emulsión de aceite en agua indicada para cutis normal
o seco.
-Loción facial.
Fórmula cuya acción pueden ser exfoliativa,
astringente, humectante y desengrasante.
-Loción para cutis con
acné. Posee propiedades antiinflamatorias
y antisépticas, y controla la actividad sebácea.
-Loción refrescante humectante.
Permite combatir la resequedad de la epidermis y, al mismo
tiempo, atenúa el enrojecimiento.
-Tónico. Actúa
sobre los poros reduciendo su tamaño temporalmente
y retira restos de suciedad y grasa que hayan quedado después
de la limpieza.
Mantener en buen estado el cutis hoy es
más fácil, ya que la industria cosmética
pone al alcance sinnúmero de productos específicos
a cada problema, por ello, no hay pretexto para descuidarse.
Consulte a su dermatólogo.
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